Esta primera
oración fue compuesta por S.S. Pío XII y fue leída en público por primera vez
por el Padre Pío el 8 de mayo de 1958 con ocasión del 8° congreso italiano de
médicos católicos.
Oración
del médico
Oh médico Divino de las almas y de los cuerpos, Redentor
Jesús, que durante la vida mortal preferiste a
los enfermos, sanándolos con el toque de tu mano omnipotente,
nosotros, llamados a la ardua misión de médicos, te
adoramos y reconocemos en ti nuestro excelso modelo y apoyo. Mente,
corazón y manos sean siempre guiados por ti de modo que merezcan la alabanza y
el honor que el Espíritu Santo asigna a nuestro oficio.
Aumenta
en nosotros la conciencia de ser de algún modo colaboradores
tuyos en la defensa y en el desarrollo de las criaturas humanas e instrumentos de tu misericordia. Ilumina
nuestra inteligencia en la dura lucha contra las innumerables enfermedades del
cuerpo, de modo que, sirviéndonos rectamente de la ciencia y sus progresos, no
se nos oculten las causas de los males, ni nos induzcan a error sus síntomas,
sino que con un juicio seguro podamos indicar los remedios dispuestos por tu
Divina Providencia.
Dilata nuestros corazones con tu
amor, de modo que, viéndote a ti en los enfermos, especialmente los más
olvidados, respondamos con solicitud incansable a la confianza que ponen en
nosotros.
Haz
que, imitando tu ejemplo, seamos paternos al
compartir, sinceros al aconsejar,
diligentes al curar, ajenos a defraudar, suaves al pronunciar los misterios del
dolor y de la muerte ; sobre todo que seamos inamovibles al
defender tu santa ley del respeto a la vida contra los asaltos del egoísmo y de
los instintos perversos.
Como
médicos nos gloriamos de tu nombre prometemos que nuestra actividad se moverá
constantemente en la observancia del orden moral y bajo el amparo de sus leyes-
Concédenos,
por último, que nosotros mismos,, por nuestro comportamiento y por el recto
ejercicio de la profesión, merezcamos un día escuchar de tus labios la
bienaventuranza prometida a los que te visitaron enfermo en los hermanos
"venid benditos de mi Padre y tomad posesión del reino preparado para
vosotros" Amen